Ironman Frankfurt: "Finisher y en pie"

Eso es lo que me traigo de Frankfurt, un nuevo finisher Ironman, muy bonito, diferente y aunque no ha sido lo que me hubiera gustado, ha estado increíble y debo conformarme por que sigo progresando, he aprendido cosas nuevas y creo más que nunca.

 

Partía con muchas ganas e ilusión a esta carrera, me sentía bien, con ganas, fuerza, sin lesiones ni molestias de ningún tipo y todo era perfecto. Viajaba con los amigos y compañeros calimeros Juanjo y Pascual, una perfecta pareja de baile y también Alejandro, amigo y animador de lujo. Ibamos con tiempo justo, apenas llegar Jueves muy tarde y dormir. Viernes recoger dorsales y montar bicis y el Sábado checking y suave sesión de natación. La primera sorpresa llega cuando cambio la pila que estaba apunto de agotarse en el potenciómetro, y ni la nueva servía, ni la que le había quitado tampoco. Estaba nervioso, pero pensé en ese día por la tarde conseguir una y colocarla el día de la carrera en la mañana. Llegábamos al fin al lago, increíble lago, mejor de lo que me pudiera imaginar, pero la duda iba a ser las sensaciones al nadar en este, con un agua que te aportaba menos flotabilidad y en teoría podría estar fría, pero estaba muy buena. Después de esto y disfrutar de los 3.600 triatletas y acompañantes que estaban por la zona, era hora de irse, y preparar el pre-carrera. Una vez cenamos, me paro y pienso.. ¿estoy nervioso? la realidad era una sensación de tensión, pero no eran nervios agónicos, era la tensión de la carrera y poder ver que me iba a deparar este nuevo día Ironman.

 

Suena el despertador, y había dormido pocas horas finalmente, pero no por nervios, sino por que había descansado bien los días anteriores y fuera de casa me cuesta más dormir. Desayunar y cremas por que haría mucho sol, el que había habido días anteriores y no era poco. Bolsa lista y a coger la guagua camino de boxes. Al llegar allí solo tenía en mente la pila del potenciómetro y por fin la que había comprado funcionaba! UFFF.. respire.. calibré y deje todo listo. Me fuí temprano al agua, la intención era coger buena posición y salir delante en primera línea. Pero con la salida de los pros, y los 350 privilegiados grupos de edad, se hizo un pelotón al entrar al agua y costo, pero pude llegar a primera línea y enfilando la primera recta de bollas previo a la salida.

 

Estaba listo en el matadero, y suena un reloj… tic tac, tic tac, tic tac, … un nuevo método de salida! Si en Salou fue un cañón a lo mas puro estilo Kona, aquí fue la simulación de un reloj analógico en cuenta atrás.. Una sonrisa de lo gracioso que me pareció y enfilando la boya. Estaba listo y quería que empezara ya! Suenaaa… y a tope! Salgo como alma que lleva al diablo y en cada respiración miro a los lados, por ahora vamos unos cuantos en paralelo y no pierdo la estela de la piragua los primeros 300-400 metros, a partir de ahí me metalizo a que si sigo a ese ritmo exploto como una palomita, así que bajo un pistón y voy controlando. Aún así son pocos los que me sobrepasan. En el primer giro después de la gran primera recta hay mucho sol, no veo nada, solo salpicadera, no puedo orientarme bien y tengo que hasta levantarme las gafas varias veces y es que prefería perder dos segundos a perder treinta desorientándome. Muy rápidamente ya veo que se me pasa la primera vuelta de 2.1kms, tomo tierra y miro atrás y voy muy bien! Salgo dispuesto a poner el puntillo que me guardaba, pero con tanta emoción, me fijo mal en la boya y junto con unos triatletas nos desviamos y vamos mal, y toco rectificar y sacar ese puntillo para recuperar. En la última gran recta comienzo a adelantar a triatletas de la primera salida, cosa que me sorprendió mucho y me motivo aun un poco más. Salgo muy bien y puedo subir la tremenda cuesta que me esperaba para llegar a la T2 corriendo, y cuando visualizo el crono veo 01:13 horas, con lo cual y teniendo en cuenta que salimos 15 minutos después que los primeros, había bajado de la hora nadando! Bien! Hice todo lo rápido que pude la T2 y a afrontar la bicicleta.

 

Una vez me subo en esta y activo el inicio.. me doy cuenta que los watios no suman, no suben, me desconcentro y dejo de dar pedales por unos momentos y me preocupo.. Lo que me faltaba! Una bici de golosina y yo sin poder medir los watios! Al principio me moleste mucho, pero luego pensé que estas cosas pueden pasar y había que seguir y a ello fui. Primeros 15 kms para conectar las dos vueltas 82,5kms y las piernas no iban muy finas, me costaba ir suelto, pero por suerte podía ir rápido. Voy pasando triatletas aunque también me sobrepasan.. hay muchos triatletas y cualquier despiste podría resultar fatal. Llegamos a un punto que, si siempre pensé que Nazaret en el IM Lanzarote era el mayor infierno para un triatleta, me equivocaba!! Tocaba entrar por una zona de adoquines muy separados, tales que provocaban unas vibraciones horrorosas y muy fuertes, la bici se desarmaba, los bidones se salían y encima en subida. Un infierno! Aunque corto. Al fin por el km 40 las piernas comienzan a soltarse y empiezo a rodar cómodo y rápido. Llegado a casi el final de la primera vuelta se ve una subida, llena de gente, una rampa infinita con mucha expectación, era increíble, apenas cabían dos bicis juntas, la gente animaba, te tocaban, parecía el Tour! Sigo a lo mío, estoy comiendo y bebiendo bien y las sensaciones eran muy buenas ademas del ritmo. Allá por el Km 125 las piernas y el cuerpo hacen un amago, me falta un punto, me pasan triatletas y no puedo mantenerles. Me tranquilizo y espero.. y fueron 25 kms los que estuve con malas sensaciones y rodando con precaución. Después de estos y por el km 150 vuelvo a sentirme bien y vuelvo a despegar hasta llegar de nuevo a esa increíble rampa, la cual subo muy rápido y había el doble de gente, era increíble, imposible de que se me escapara una sonrisa, los pelos de punta. Subo y voy por el 170, las piernas iban bien, el tiempo iba a ser muy bueno y quería empezar a correr ya! Llego a la T2 y voy corriendo a toda velocidad, las piernas estaban bien.

 

Dentro de la transición, tal fue la emoción que mi cuenta que había dejado el garmin en la bicicleta! Segunda chafada del día! Esta vez despiste mío… Pensaba iba a ser el día de las adversidades y así fue. Salí a correr con la misma mentalidad de cuando me di cuenta que el potenciómetro no me funcionaba en la bici. Las piernas muy bien, sentía iba rápido. Llegando a la primera vuelta le pregunto a un triatleta que ritmo llevábamos y era muy bueno. Pero era fácil dormirse al no llevar el reloj. Llegando al final de la segunda vuelta, los geles entraban, pero el estomago dolía, se me subía y me sentía bastante incomodo. Decido entrar al baño, veo el reloj en el km 21 y iba increíble, si seguía así iba a bajar sobradamente las 10 horas, y preferí perder tiempo en el baño un momento que arrastrar esas molestias. Mi sorpresa fue que mientras me mareaba y que nada más salir, vomito…sorprendido intento correr y lo logro, esperaba no fuera grave. Pero no había pasado ni un km e iba muy mareado, muy mal y con ganas de volver de nuevo al baño. A partir de esa segunda vez, estaba muerto, sudaba mucho, me deshidrataba y era incapaz de tomar nada. Logro a duras penas hacer la tercera vuelta y al dar esta ya veía que el sub10 horas se iba a esfumar por que la vuelta última iba camino de ser como la anterior o peor. Los dolores de estomago iban a más y vuelvo a acudir al baño. Gracias a que habían muchos y cada muy pocos kms. Era una pesadilla, quería acabar, no podía correr. Mentalmente estaba hundido, el objetivo se esfumaba, después de ir tan bien y de un momento a otro. No habían calambres, sólo dolores de estómago, descomposición y no poder ingerir nada. Además ya mi mente no iba, no quería intentarlo y seguir sufriendo. La última vuelta fue un infierno, casi ya más psicológico que físico pero en el km 40,5 me da un bajón increíble, apenas me puedo tener en pie, era un cadáver, temblaba, llevaba muchos kms sin ingerir nada y los efectos de deshidratación eran claros. La gente veía que me faltaba nada, me gritaban, animaban.. One more! come! .. no era capaz, y tuve la recta de meta más triste de mis tres Ironmans. Había sido un infierno, y entre bajo el arco de meta frío, sin disfrutar, sin sonrisa, KO y decepcionado.

 

Pronto cuando cogí algo de vida, hice una reflexión rápida y no había más, hoy me ha fallado el estómago y había que aceptarlo. La pena es que son carreras en las que les dedicas mucho tiempo, horas, sacrificios, y que luego tengas que jugarlas a una carta y no siempre salen bien. En mi caso otra vez la carrera a pie se ha visto afectada. Pero nadie dijo que esto fuera fácil, lo he encajado de la mejor forma posible y a seguir! 

 

Muchas felicidades públicas a mis compañeros de viaje, Juanjo que me volvió a ganar, aunque esta vez por suerte me adelantó en un baño químico y me salve del cántico almeriense! Y a Pascual que a pesar de que no le salió la carrera a pie deseada como a mi, ha hecho una gran marca y todos hemos mejorados nuestros registros. He disfrutado la semana, antes y después con los compañeros, el ambiente, la experiencia, los paisajes y por ultimo los días de relax. No lo olvidaré.

 

En breve les diré cual será el nuevo destino Ironman. Mientras ya estoy deseando comenzar a prepararla y mejorar. Correré algo en verano y invierno, con la intención de comenzar pronto a preparar la próxima temporada. ¡Me siento con fuerzas!

 

Muchas gracias a tod@s los que me han seguido hasta aquí, los de siempre; familia, colaboradores, amigos, compañeros, todos.. ¡Os debo una! ¡Millones de gracias!

 

Salud, Suerte y Kms.

 

 

 

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